1. Presentación de
las políticas de la DGT
Como
funcionario perteneciente al cuerpo general administrativo de la Dirección General
de Tráfico, me gustaría comentar los aspectos más relevantes en cuanto a las
buenas prácticas en materia de igualdad llevadas a cabo en este organismo.
La
Dirección General de Tráfico (DGT) en España ha implementado varias buenas
prácticas en materia de igualdad entre mujeres y hombres. A continuación, se
presentan algunas de estas iniciativas destacadas:
Ø Planes de
Igualdad
La
DGT ha desarrollado planes de igualdad que buscan garantizar la equidad en el
acceso y desarrollo profesional de sus empleados. Estos planes incluyen medidas
para fomentar la igualdad de oportunidades y la eliminación de
discriminaciones.
Ø Conciliación
de la Vida Laboral y Familiar
La
DGT ha puesto en marcha políticas que facilitan la conciliación entre la vida
laboral y personal, como la flexibilidad horaria y la opción de teletrabajo.
Estas medidas permiten a los empleados gestionar mejor sus responsabilidades
familiares, beneficiando especialmente a las mujeres.
Ø Formación y
Sensibilización
Se
han realizado programas de formación y sensibilización en materia de igualdad
de género, dirigidos a todo el personal. Estos programas buscan aumentar la
conciencia sobre la importancia de la igualdad y la diversidad en el lugar de
trabajo.
Ø Promoción de
la Mujer en Puestos de Liderazgo
La
DGT ha trabajado activamente para fomentar la participación de mujeres en
puestos de liderazgo y toma de decisiones. Esto incluye acciones específicas
para promover la candidatura de mujeres a puestos directivos y de
responsabilidad.
Ø Prevención
del Acoso Sexual y por Razón de Sexo
La
DGT ha implementado protocolos para la prevención y actuación frente al acoso
sexual y por razón de sexo. Estos protocolos ofrecen un marco claro para
abordar estas situaciones y proteger a las víctimas.
Ø Visibilidad
de Mujeres en Campañas
En las campañas de seguridad vial, se ha promovido la inclusión y visibilidad de mujeres, destacando su papel en la sociedad y en la promoción de conductas seguras. Esto no solo ayuda a concienciar sobre la seguridad vial, sino que también refuerza la imagen de la mujer en diversas funciones.
Ø Mecanismos de
Evaluación y Seguimiento
La
DGT cuenta con mecanismos para evaluar el impacto de sus políticas de igualdad.
Esto incluye la recopilación de datos desagregados por género para identificar
áreas de mejora y hacer ajustes en las estrategias implementadas.
Ø Colaboración
con Organizaciones Externas
La
DGT ha establecido colaboraciones con organizaciones y asociaciones que
trabajan en pro de la igualdad de género. Estas alianzas enriquecen las
políticas internas y permiten aprender de las mejores prácticas en el sector.
2.
Análisis de las políticas públicas de la
DGT
A continuación, se presentan una serie de
actuaciones, estrategias o recomendaciones que han ido surgiendo desde la
revisión bibliográfica y desde los resultados del análisis descriptivo. Estas
actuaciones se han dividido por ámbitos de trabajo o de intervención: Educación,
Formación y educación vial e Investigación:
v
Educación:
Aquí se recogen propuestas más vinculadas con
el cambio de valores, cambio en los modelos de ser mujer y de ser hombre que se
van construyendo desde el momento de nacer a través de los diferentes agentes
socializadores, entre ellos, el entorno familiar y educativo, basados en los
siguientes puntos:
•
Elaborar materiales de educación y elaborar programas/talleres que cuestionen
ciertas representaciones del concepto de masculinidad como sinónimo de
comportamientos orientados al riesgo (no respetuosos con las normas, el gusto
por la peligrosidad, etc.), tanto en ámbitos educativos como con espacios
informales de chicos jóvenes. El trabajo en Centros de Tiempo Libre sería una
buena oportunidad. También aprovechar los momentos de fiestas, conciertos, etc.
• Elaborar programas de sensibilización
dirigidos de manera especial a grupos de hombres, que revisen el modelo de “la
masculinidad” como sinónimo de comportamientos orientados al riesgo y su
impacto negativo en la carretera, por ejemplo, en los ámbitos empresariales, de
trabajo, dentro de los programas de prevención de riesgos laborales.
• Trabajar con la adolescencia y juventud identificando y eliminando aquellas prácticas y conductas que socialmente son clave en su paso a la edad adulta, pero que están vinculados con prácticas de riesgo y de destrucción personal y también social. La teoría del “Afecto Positivo” señala que contamos con “ritos de paso”, conductas cuyo objetivo final es no sentirse fuera de sus iguales. Y en este caso, entre los chicos, al igual que ocurre con el tabaco o el consumo de alcohol, tener conductas de riesgo al volante refuerza su “aceptación” entre iguales. Sería importante abordar estas cuestiones entre los grupos de chicos de manera especial.
v
Formación y educación vial:
Se llevan a cabo propuestas relacionadas
directamente con la educación vial, y con los procesos y las personas
implicadas en la formación y supervisión de la formación para la obtención y
renovación del permiso de conducir:
• Incorporar módulos de género obligatorios
en los programas para obtener y renovar el permiso de conducir, y en las
pruebas de exámenes, que pongan en valor comportamientos vinculados con la
prudencia, el respeto a las normas, la no violencia, la tranquilidad, la
paciencia, etc., y que cuestionen la representación social de la masculinidad
como sinónimo de riesgo, agresividad, velocidad, etc.
• Organizar talleres de sensibilización en
materia de género dirigidos a las personas profesionales de las autoescuelas o
centros de enseñanza de los diferentes permisos. También se puede exigir un
mínimo de horas de formación en igualdad como una formación transversal más,
para poder ser profesor o profesora de autoescuela.
• Incorporar, en los diferentes programas de
Educación Vial, valores, ejemplos y propuestas para evitar las representaciones
sociales y estereotipos que vinculan a los hombres con conductas más agresivas
al volante. Cabe poner el foco en lo positivo del respeto, la prudencia y la
calma a la hora de desplazarse en la carretera, tanto como persona conductora,
pasajera o peatona.
• Incluir, en los cursos de educación vial,
técnicas de empoderamiento para las mujeres como la mejora del conocimiento del
vehículo y de su capacidad de “acción-reacción”.
v
Investigación:
También es importante destacar la mejora en
definición, diseño y recogida de información adecuada en muchos registros,
estudios e informes. Para ello, la formación en materia de género para las
personas profesionales que abordan estas informaciones es fundamental. Por otra
parte, cabe destacar la escasa investigación existente en la seguridad vial
desde la perspectiva de género, por lo que se trata de abordar los siguientes
aspectos:
• Mejorar la recogida de información desde la
perspectiva de género, tutorizando adecuadamente a las personas agentes
implicadas en la misma, así como la necesidad de revisar los datos de los
siniestros.
• Analizar siempre, con un enfoque de género,
la información estadística y la contenida en estudios e informes.
• Medir el impacto de las campañas de
seguridad vial desde la perspectiva de género, analizando su vinculación con la
diferencia entre mujeres y hombres.
• Investigar la asociación entre el actual
modelo masculino, el patrón de la construcción de la identidad masculina, y la
identificación de la virilidad, con la práctica de conductas temerarias en la
conducción de coches, motos, etc.
• Teniendo en cuenta las diferencias entre
mujeres y hombres conductores, realizar un estudio específico sobre los
comportamientos, realidades y perfiles de estas personas.
• En cuanto a las personas pasajeras:
analizar el impacto de género en este rol visibilizando esta posición en los
siniestros.
• En cuanto a las personas peatonas, ahondar
en las distintas conductas según sexo.
• Identificar siempre las victimas fallecidas u hospitalizadas, en cuanto a su nivel de responsabilidad en el accidente: si son o no son responsables de alguna forma.
3.
Impacto y resultados de las políticas
públicas:
A
través de este estudio se han recopilado buenas prácticas en relación con el
diseño de políticas y estrategias públicas que incorporen la perspectiva de
género en la seguridad vial, para analizar su posible trasferencia. Las
políticas públicas encontradas al respecto son escasas, sin embargo, a continuación,
se recogen algunas propuestas:
• Políticas de tolerancia cero en consumo de
drogas y alcohol.
• Limitar el número de pasajeros y pasajeras
entre jóvenes para disminuir el número de muertes por accidente, especialmente
en fines de semana y por la noche.
•
Diseñar elementos de seguridad de acuerdo con la diferente fisionomía de las
mujeres y los hombres, por ejemplo, con cinturones de seguridad para
embarazadas.
• Seguir mejorando la conectividad del transporte público para evitar al máximo el uso de vehículos en determinados momentos: fiestas, conciertos, de noche, zonas de recreo para jóvenes, etc.
4.
Puntos fuertes y débiles de estas
políticas
El
mayor punto fuerte de las buenas prácticas llevadas en la DGT en materia de
igualdad entre mujeres y hombres es el reflejo del compromiso institucional que
está desencaminando en una administración más equitativa y justa, con datos
estadísticos que reflejan la mayor equidad entre hombres y mujeres (por ejemplo,
el aumento del número de conductoras, examinadoras y puestos de altos cargos
femeninos).
En mi
opinión, el único punto débil de estas políticas es que son de adaptación
lenta, por lo que es fundamental seguir trabajando y adaptando estas
iniciativas para asegurar un entorno laboral inclusivo y sin discriminación. La
promoción de la igualdad de género no solo beneficia a las mujeres, sino que
enriquece a toda la organización y a la sociedad en su conjunto.
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