Objetivos de desarrollo sostenible en la DGT
El 25 de septiembre de 2015, el mundo tomó la decisión de eliminar la pobreza y la desigualdad y de enfrentar los retos sociales, medioambientales y demográficos. Con ese objetivo, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la Agenda 2030 y 193 países, entre ellos España, suscribieron el acuerdo. Comenzó así un plazo de 15 años para alcanzar los 17 ODS, desarrollados en 169 metas.
El Gobierno de España señala que la Agenda 2030 “es un plan de acción en favor de las personas, el planeta y la prosperidad” que no quiere “dejar a nadie atrás”. Para ello, propone una reforma estructural del modelo económico y acciones en ámbitos como educación, empleo, innovación, salud, bienestar y justicia social, igualdad de género, integración de la diversidad y sostenibilidad de los modelos de producción y consumo.
Como empleado de la DGT me gustaría compartir las actuaciones de mi organismo en relación con la agenda 2030. En el ámbito de la Dirección General de Tráfico, durante la 3ª Conferencia Ministerial Mundial sobre Seguridad Vial, celebrada en febrero en Estocolmo, se señaló como un logro muy importante que se incluyera “explícitamente” en los ODS la reducción de las víctimas de la carretera.
En esto coincide Pilar del Real, jefa de Área de Intervención Estratégica del Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la DGT: “Sabemos lo importante que es la seguridad vial, pero está muy bien que se haya reconocido”. Y subraya que estamos ante “una oportunidad” porque “la seguridad vial es una necesidad para la salud, el clima, la equidad y la prosperidad”.
Aunque prácticamente toda la actuación de la DGT está relacionada directa o indirectamente con la Agenda 2030, el ODS 3 es el más vinculante: “Garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades”. Más en concreto, la meta 3.6, que plantea reducir a la mitad las muertes y lesiones causadas por accidentes de tráfico en el mundo. Para ello, se articulan acciones y medios para vigilar que se cumple la norma y para que disminuyan los riesgos al volante (velocidad, distracciones, uso del cinturón y casco o consumo de drogas y/o alcohol). Se trata de desarrollar políticas para una movilidad sostenible y segura.
Pilar Del Real señala que el trabajo en la meta 3.6 “permite ayudar a otras políticas, como la mejora de aspectos laborales o la formación a jóvenes; y al contrario, hay otras políticas que directamente no son de seguridad vial, pero que sí benefician a la meta 3.6, como son los temas relacionados con el medioambiente o la mejora de los sistemas de salud. Es un 'win-win' en el que todos salimos beneficiados”.
El ODS 4 insta
a garantizar una educación inclusiva, equitativa, de igualdad y que
promueva la igualdad de oportunidades. Para reducir las víctimas de la
carretera, la formación y educación vial son un factor decisivo. Por
eso, se han mejorado las pruebas para obtener el permiso de conducir
(los nuevos sistemas de asistencia a la conducción, ADAS), cursos de
conducción para conductores que ya tienen el permiso, cursos
específicos de seguridad vial para profesionales (motoristas) y
actividades de concienciación, sensibilización y educación vial
(camino escolar seguro o Proyecto STARS).
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